Servicio de Retina
Retina y Vítreo
La Retina es la capa que recubre la parte posterior del ojo. Los rayos de luz se enfocan en la retina a través de la córnea, la pupila y el cristalino. La retina está formada por unos fotoreceptores que convierten los rayos de luz en impulsos eléctricos que viajan a través del nervio óptico hacia el cerebro, donde se interpretan las imágenes.
El Vítreo es un gel transparente que rellena el interior del ojo y está unido a la retina. A medida que envejecemos, el vítreo puede contraerse y tirar de la retina, cuando esto sucede pueden aparecer cuerpos flotantes y flashes de luz, por lo que si esto ocurre se recomienda un examen ocular.
¿Por qué es Importante una Córnea Saludable?
La córnea es la capa más externa del ojo y juega un papel importante en nuestra capacidad para ver con claridad. La función principal de la córnea es permitir que la luz entre al ojo para que pueda llegar al cristalino y luego a la retina. Para una visión eficaz, la córnea debe ser transparente. También debe desviar los rayos de luz que entran en nuestro ojo para permitir que el ojo logre enfocar con claridad. Los cambios en la transparencia o la forma de la córnea pueden afectar gravemente la visión. Los trastornos que afectan la córnea a menudo causan una pérdida grave de la visión.
Patologías de Retina y Vítreo
DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad)
La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) es una lesión de la mácula, parte central de la retina responsable de la visión central, la que permite la visión de mayor calidad. Muchas personas mayores desarrollan degeneración macular como parte del proceso natural de envejecimiento del ojo. La sintomatología se manifiesta con una visión borrosa, zonas oscuras o distorsión en la visión central. Por lo general, no afecta su visión periférica.
Hay dos tipos fundamentales de DMAE:
– La DMAE seca: es la más frecuente y está causada por el envejecimiento y adelgazamiento de los tejidos de la mácula. En este tipo de degeneración la pérdida de la visión suele ser lente y gradual.
– La DMAE húmeda o exudativa: alrededor de un 10% de las personas que padecen de degeneración macular tienen la forma húmeda. Esta puede causar más daño a la visión central que la forma seca. Ocurre debido a un crecimiento de vasos sanguíneos anormales por debajo de la retina. Este crecimiento de vasos sanguíneos se llama neovascularización (NVC), estos nuevos vasos sanguíneos pueden tener fugas de líquido o sangre, causando visión borrosa o una visión central distorsionada. La pérdida de la visión con este tipo de degeneración macular puede ser más rápida y más evidente que la de una degeneración macular seca.
Tratamiento
Medicamentos Antioxidantes
Este tipo de medicamentos antioxidantes se recomiendan a los pacientes con DMAE seca, ya que existen estudios científicos (*) que han demostrado que las vitaminas antioxidantes y el zinc pueden reducir el impacto de la degeneración macular en algunas personas, ayudando a hacer más lenta su progresión hacia etapas más avanzadas.
Inyecciones intravítreas
Las inyecciones intravítreas son la forma más común de tratar la degeneración macular húmeda, se introduce un fármaco anti-VEGF para intentar evitar el agente que produce el crecimiento de los vasos sanguínes anormales responsables de la exudación y de la pérdida visual. La administración de estos fármacos intravítreos, han demostrado frenar e incluso en algunos casos mejorar la pérdida de visión.
Prevención (Rejilla de Amsler)
Aunque la edad constituye el principal factor de riesgo para desarrollar una DMAE, también se han identificado otros factores que intervienen: el tabaquismo, el sobrepeso, la hipertensión arterial y los antecedentes de accidentes coronarios y una importante exposición a la luz.
Un examen ocular de forma anual ayudará a diagnosticar de forma precoz esta enfermedad.